El azúcar no es malo, siempre y cuando se consuma con moderación. Sustituir azúcar por edulcorantes disminuye la ingesta de azúcar, pero aumenta la de aditivos y recarga tu cartera.
En nuestra busqueda por bajar de peso reducen la ingesta de calorías diarias y recurrimos a productos que llevan la etiqueta de 'sin azúcar añadido' o '0% azúcar' para sustituir a los que sí están azucarados y así empezamos a boicotear nuestra dieta.
Reducir el consumo de azúcar es esencial para perder peso, ¿verdad? Sí, pero no cambiarlo por sustitutivos que, tal y como ha demostrado un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), boicotean nuestro plan de adelgazamiento y recargan notablemente nuestra cartera.
Los productos que tienen menos azúcar o lo han sustituido por edulcorantes son esenciales para personas que padecen diabetes, por ejemplo, porque sí son útiles para controlar el índice glucémico. Pero esta investigación incide mucho en que no son útiles para adelgazar porque cambian el azúcar por aditivos. Es decir, que dan una falsa impresión de ser más ligeros cuando, en realidad, incorporan una mayor cantidad de otros elementos nada recomendados en dietas de adelgazamiento como las grasas.
Estos edulcorantes artificiales que se añaden en lugar del azúcar suelen estar presentes en alimentos como los dulces, panadería, el chocholate, los refrescos, zumos artificiales o las golosinas. Siendo honestas, ¿realmente crees que intentando bajar de peso puedes incluirlos en tu dieta diaria? Incluso si simplemente quieres comer sano. La respuesta es no. Se trata de comidas de consumo ocasional, caprichos muy calóricos y nada healthy que no pueden formar parte de nuestra alimentación diaria en ningún caso. Que contengan menos o nada de azúcar no los hace ligeros, viene a explicar este estudio (y el sentido común), es solo una inteligente estrategia de marketing que puede resultar un tanto confusa... y muy lucrativa.
Sí, porque estos productos no solo pueden boicotear un plan de pérdida de peso con su alto contenido en calorías sino que, al contener estos edulcorantes, su precio se ve incrementado notablemente. Es decir, que llenar la cesta de la compra con ellos pueden ser hasta un 70% más caros que con uno 'normal'.
En nuestra busqueda por bajar de peso reducen la ingesta de calorías diarias y recurrimos a productos que llevan la etiqueta de 'sin azúcar añadido' o '0% azúcar' para sustituir a los que sí están azucarados y así empezamos a boicotear nuestra dieta.
Reducir el consumo de azúcar es esencial para perder peso, ¿verdad? Sí, pero no cambiarlo por sustitutivos que, tal y como ha demostrado un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), boicotean nuestro plan de adelgazamiento y recargan notablemente nuestra cartera.
Los productos que tienen menos azúcar o lo han sustituido por edulcorantes son esenciales para personas que padecen diabetes, por ejemplo, porque sí son útiles para controlar el índice glucémico. Pero esta investigación incide mucho en que no son útiles para adelgazar porque cambian el azúcar por aditivos. Es decir, que dan una falsa impresión de ser más ligeros cuando, en realidad, incorporan una mayor cantidad de otros elementos nada recomendados en dietas de adelgazamiento como las grasas.
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Los productos que tienen menos azúcar o lo han sustituido por edulcorantes son esenciales para personas que padecen diabetes pero no son útiles para adelgazar porque cambian el azúcar por aditivos.
Estos edulcorantes artificiales que se añaden en lugar del azúcar suelen estar presentes en alimentos como los dulces, panadería, el chocholate, los refrescos, zumos artificiales o las golosinas. Siendo honestas, ¿realmente crees que intentando bajar de peso puedes incluirlos en tu dieta diaria? Incluso si simplemente quieres comer sano. La respuesta es no. Se trata de comidas de consumo ocasional, caprichos muy calóricos y nada healthy que no pueden formar parte de nuestra alimentación diaria en ningún caso. Que contengan menos o nada de azúcar no los hace ligeros, viene a explicar este estudio (y el sentido común), es solo una inteligente estrategia de marketing que puede resultar un tanto confusa... y muy lucrativa.
Sí, porque estos productos no solo pueden boicotear un plan de pérdida de peso con su alto contenido en calorías sino que, al contener estos edulcorantes, su precio se ve incrementado notablemente. Es decir, que llenar la cesta de la compra con ellos pueden ser hasta un 70% más caros que con uno 'normal'.
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