La quinta edición de la entrega de los premios Quetglas se llevó a cabo durante un acto muy especial en el salón Jerusalem del Club Arabe. Ahi los miembros de la Fundación Obras Sociales Vicentinas Osovi, fueron los anfitriones de la alegre velada altruista a favor de los menos favorecidos en nuestro país.
Las melodiosas voces del coro de Osovio abrió el programa, mientras los invitados aplaudían el talento de los jovencitos, en medio de una decoración al natural diseñada por la event planner Mate Canahuati.
Durante la ceremonia se premio a tres de las fundaciones participantes, quedando en primer lugar Doris Fonseca de la Fundación Manos Amigas para Bendecir y recibió como premio una presea y un cheque por 3 mil dólares. Lo cual resalta la enorme labor humanitaria que realiza a favor de los jóvenes en la comunidad de Danlí.
El segundo lugar fue para Karla Madrid, de la Fundación Honduras Social, quien ganó mil dólares y el tercer y último lugar fue para Yelba de Tábora del Hogar Materno Lila Gallardo de Ordoñez, quien se hizo acreedora del premio metalico de mil dólares.
Como invitado especial de la noche estuvo el profesor Ricardo Ernst, de Georgetown University. El tema que abordó fue : Cómo convertirnos en agentes de cambio para una sociedad más justa.
En su discurso la homenajeada con lágrimas en sus ojos relató que a pesar de que su madre la abandonó cuando apenas era una niña, y que tuvo dificiltades en su vida, eso no limitó su deseo de ayudar a los niños y jovenes que no han tenido la oportunidad de recibir el pan del saber. Todo lo contrario eso la motivo a reunir recursos para primero compartir alimentos y luego brindarles una educación.
Doris también expresó que debido a la falta de recursos estuvo a punto de abandonar la fundación, pero gracias a la nominación que hicieran personas que conocen su labor, tomo el valor de seguir con el proyecto.
La velada continuó con la participación de la agrupación Más Fe más Esperanza, mientras los invitados disfrutaban de la exquisita cena y de las felicitaciones.
Las melodiosas voces del coro de Osovio abrió el programa, mientras los invitados aplaudían el talento de los jovencitos, en medio de una decoración al natural diseñada por la event planner Mate Canahuati.
Durante la ceremonia se premio a tres de las fundaciones participantes, quedando en primer lugar Doris Fonseca de la Fundación Manos Amigas para Bendecir y recibió como premio una presea y un cheque por 3 mil dólares. Lo cual resalta la enorme labor humanitaria que realiza a favor de los jóvenes en la comunidad de Danlí.
El segundo lugar fue para Karla Madrid, de la Fundación Honduras Social, quien ganó mil dólares y el tercer y último lugar fue para Yelba de Tábora del Hogar Materno Lila Gallardo de Ordoñez, quien se hizo acreedora del premio metalico de mil dólares.
Como invitado especial de la noche estuvo el profesor Ricardo Ernst, de Georgetown University. El tema que abordó fue : Cómo convertirnos en agentes de cambio para una sociedad más justa.
En su discurso la homenajeada con lágrimas en sus ojos relató que a pesar de que su madre la abandonó cuando apenas era una niña, y que tuvo dificiltades en su vida, eso no limitó su deseo de ayudar a los niños y jovenes que no han tenido la oportunidad de recibir el pan del saber. Todo lo contrario eso la motivo a reunir recursos para primero compartir alimentos y luego brindarles una educación.
Doris también expresó que debido a la falta de recursos estuvo a punto de abandonar la fundación, pero gracias a la nominación que hicieran personas que conocen su labor, tomo el valor de seguir con el proyecto.
La velada continuó con la participación de la agrupación Más Fe más Esperanza, mientras los invitados disfrutaban de la exquisita cena y de las felicitaciones.
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