San Pedro Sula, Honduras
Esta disciplina fue como un bálsamo para ella, ya que hace tres años cuando regresaba de la India luego de recibir su certificación para ejercer la profesión, su madre enfermó de cáncer, y para pasar más tiempo con ella decidió tomar su primer empleo como instructora de yoga en el gimnasio Nautilus y de ahí la voz se fue corriendo.
Daniella asegura que gracias a la práctica del yoga, pudo superar esa experiencia dolorosa. Actualmente Daniella brinda clases privadas en grupo o individuales, y a la vez tiene dos grupos abiertos al público en dos diferentes locales. Su energía es tal, que también recibe clases de Kyokushin karate, pues entre sus planes está abrir su propio centro que denominará Ananda, que en sánscrito significa felicidad. 'Al final es lo que quiero inspirar y transmitir en las personas, es ese sentimiento que siento al practicar yoga', puntualizó Daniella Beltrán.
Serena, amigable, decidida y emprededora, son algunas de las cualidades que a simple vista se perciben de Daniella Beltrán Ewens, una instructora de hatha yoga, certificada por Noah Mckenna, que a través de diferentes posturas enseña a las personas a mejorar su salud física y mental, para alcanzar un estado de ánimo óptimo.
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Filosofía de vida. 'Mi intención a la hora de dar una clase es poder transmitir no solo el conocimiento de las asanas o posturas, sino un sentido más grande de la vida y recordar que todo lo que llega a nuestra vida es una bendición de Dios', dice Daniella Beltrán.
Esta disciplina fue como un bálsamo para ella, ya que hace tres años cuando regresaba de la India luego de recibir su certificación para ejercer la profesión, su madre enfermó de cáncer, y para pasar más tiempo con ella decidió tomar su primer empleo como instructora de yoga en el gimnasio Nautilus y de ahí la voz se fue corriendo.
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El hatha yoga es lento y suave y se centra en posturas y movimientos simples.
Daniella asegura que gracias a la práctica del yoga, pudo superar esa experiencia dolorosa. Actualmente Daniella brinda clases privadas en grupo o individuales, y a la vez tiene dos grupos abiertos al público en dos diferentes locales. Su energía es tal, que también recibe clases de Kyokushin karate, pues entre sus planes está abrir su propio centro que denominará Ananda, que en sánscrito significa felicidad. 'Al final es lo que quiero inspirar y transmitir en las personas, es ese sentimiento que siento al practicar yoga', puntualizó Daniella Beltrán.
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Luego de graduarse en Relaciones Internacionales en el Instituto Tecnológico de Monterrey, Daniella decidió dar un giro a su vida y certificarse en hatha yoga en la India.
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