Para esa gala se recreó una original decoración que transportó en el tiempo a los invitados, quienes al cruzar el umbral se encontraron con una réplica del edificio donde comenzó a funcionar el banco en la ciudad de La Ceiba. En el lobby se encontraba el personal de la institución, vestido con atuendos de diversas épocas que han marcado la historia de Blanco Atlántida, para ofrecer una cálida bienvenida a los asistentes.
Esculturas de guerreros mayas destacaban en el salón decorado por Alexandra Lockmer, donde imperaba un ambiente sobrio y elegante. En el encuentro no podían faltar Gilberto Goldstein, uno de los pilares de la institución y el presidente de la junta directiva, Guillermo Bueso, quien ofreció un discurso en el que aseguró, "es propio el momento para hacer un reconocimiento de la pujanza de San Pedro Sula, por el ingenio y laboriosidad de sus habitantes, por la imaginación de sus empresarios; y por la dedicación de sus autoridades al desarrollo de esta ciudad".
Los discursos y el programa artístico de la noche fueron pensados para rendir homenaje a la historia del banco y resumir los ideales y éxitos de aquellos ilustres hombres que hace un siglo fundaron en La Ceiba esta institución que ha sido parte del desarrollo del país y que ha través de los años ha cimentado la filosofía de servicio y la seguridad para los que le han confiado sus ahorros e inversiones.
