Primer hondureño en el Paseo de la Fama

Gracias a su talento innegable y su estilo único y alegre, Renán Almendárez Coello, "El Cucuy de la mañana" alcanzó el éxito y la fama en Estados Unidos, sin duda un orgullo hondureño.

Almendárez Coello nació en Tegucigalpa, el 18 de noviembre de 1953, posteriormente en 1982 emigró a Estados Unidos, donde poco a poco, fue incursionando en la radio en español hasta convertirse en uno de los locutores más aclamados por el público hispano en Los Angeles.

Su trayectoria habla por sí sola, en 1997 el Cucuy realizaría sus pininos en la radio Tic Tac, posteriormente trabajaría en Radio Católica, La Voz de Suyapa, en la frecuencia 910 AM, y Emisoras Unidas.

Tras su llegada a Estados Unidos, en 1982 salto a la fama en la radio La Raza, empresa a la que estuvo ligado durante varios años. Asimismo trabajó en otras empresas como Radio Alegría, Súper Q, de Los ángeles; La Nueva (101.9) y Radio Recuerdo, en la que estuvo siete años.

Su programa 'El Cucuy de la Mañana' destacó como no lo había hecho otro programa, en mercados competitivos como San Francisco, Chicago, Miami, Phoenix, Las Vegas y Los ángeles, donde acaparó el primer lugar de sintonía de 1996 al 2009.

Este famoso locutor también es conocido por usar su voz para recaudar fondos para afectados de desastres naturales, así como para crear conciencia sobre asuntos de inmigración y animar a la gente a salir a votar.

Actualmente, Almendárez Coello tiene un programa radial, 'El Cucuy De La Mañana', en la radio Los Angeles XEWW, 690 AM. El programa se distribuye en todo el país, desde Los Angeles hasta Florida.

'Esa estrella es para ustedes para los latinos, para Honduras. Mi bandera tiene cinco estrellas en el centro en la franja blanca, ahora yo pondré una en la base para elevarla más y que toque los dinteles de la gloria para que la haga flamear el aliento de Dios', dijo el locutor hondureño mientras se desvelaba su estrella en el paseo de la fama de Hollywood.

Asimismo, agradeció por el reconocimiento a sus padres Virginia y Emilio, ya fallecidos, a sus hijos, compañeros y a su 'tropa loca', como llama a su público.