La intérprete ha demostrado una vez más que está muy lejos de la dulzura y la inocencia que la caracterizaba, Miley festejó su cumpleaños número 22, en el Factory Nightclub en Hollywood, de una forma poco convencional.
Durante la velada las ocurrencias de Miley no se hicieron esperar: disfraces, vestuario provocativo, decoración inusual y juegos poco inocentes, formaron parte de su extravagante fiesta.
Miley acudió a la celebración acompañada de su novio, Patrick Schwarzenegger, una relación que si bien los padres de la artista verían con buenos ojos, no sería del todo aceptada por los de él.
Y es que el comportamiento "atrevido" de Miley sería demasiado para Maria Shriver y Arnold Schwarzenegger.
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